Nunca imaginamos que ahora estaríamos abriendo un studio de yoga con 22 y 25 años. Nos mudamos a California con 13 y 15 años porque nuestra madre iba a estudiar un doctorado allí. Hicimos las maletas y nuestra familia de 5 tuvo que volver a empezar en un lugar completamente distinto, idioma diferente, cultura distinta, gente de diferentes andaduras.

 

Allí seguimos estudiando en el "high school" y durante este tiempo nuestra madre nos introdujo al yoga. Teníamos un estudio de Yogaworks a 5 minutos de casa, y empezamos a ir regularmente a clases. Pronto nos enamoramos del yoga, sobre todo por los beneficios y el bienestar que nos aportaba. ¡Salíamos tan contentas de la clase! En California parecía que todo era posible, era un lugar donde la gente tenía la mente abierta, soñadora.

 

De ahí nuestra madre propuso a una de nosotras (Andrea) hacer el "teacher training" de 200 horas que ofrecían. Ella tenía 16 años en aquel entonces, y decidió que sería una buena idea. Andrea empezó con Erika Trice de mentora: una profesora que venía de la práctica del Iyengar y Ashtanga, que le enseñó la importancia de crear una secuencia y la precisión en la alineación del cuerpo. Con ella también siguió posteriormente la formación más avanzada de 300 horas en Yogaworks San Francisco. Cuando terminó la formación a los 18 años, le ofrecieron dan clases en el estudio de Mill Valley, pero ella tenía planes de volver a Bilbao a estudiar Derecho y Relaciones Internacionales en la universidad. Así, de vuelta en Bilbao, empezó a impartir clases a un grupo reducido, para practicar y empezar con la enseñanza del yoga.

 

Al de poco Maitane, bailarina de ballet en aquél entonces, también llevó a cabo sus estudios de yoga con Michelle Klink, una profesora energética y apasionada del yoga y de la filosofía. Primero con 200h y posteriormente la formación avanzada de 300h. Ella estuvo unos meses impartiendo clases en el estudio de Yogaworks en Mill Valley, antes de volver a Madrid a continuar con su carrera de danza.

Al de unos años, dejó la danza y vino a Bilbao a estudiar Psicología también en la universidad.

 

Unos años después nos vemos en Bilbao, con mucha ilusión de compartir nuestro amor por el yoga en Loratze Studio, el centro multidisciplinar de nuestra Ama. Ella nos ha apoyado con su conocimiento y confianza! Ha sido un proyecto que se ha ido creando como un impulso de compartir la práctica del yoga, de abrirnos al mundo, poco a poco y que sigue floreciendo.

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